martes, 13 de mayo de 2014

DIVERSIDAD: UNA REALIDAD QUE NOS AYUDA


Para poder explicar a los alumnos de segundo curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO)  que la diversidad de las personas, y por tanto de los alumnos es una realidad con la que hay que convivir y nos enriquece, voy a utilizar un ejemplo que fácilmente pueden entender.

El ejemplo que establezco es el de un grupo de amigos que van organizar una merienda en el campo. Cada participante aporta un produzco en cantidad suficiente para que pueda ser consumido por todos los asistentes.
¿Qué sucede si todos los amigos participantes llevan tortilla de patatas? Terminarían aburridos y quedaría mucha cantidad sin utilizarse. Además, habría alguno que no le gustase la tortilla de patatas, se quedaría sin  probar bocado y lo pasaría mal viendo como sus amigos disfrutaban de la tortilla.

¿No es mejor que cada participante aporte alimentos distintos? Habría más variedad, no cansaría lo que se está merendando y si alguien no le gusta algo,¡ no importa!, tiene otros alimentos donde escoger.

Este sencillo ejemplo puede servir para ilustrar la diversidad. Todos somos distintos y cada uno aporta distintas cosas a la comunidad. Por eso la comunidad se enriquece porque todas las personas, todas, son importantes y de todas aprendemos algo.

Yo, la profesora aprendo de mis alumnos. Más aún, os diré que  muchas cosas  que enseño, y especialmente cómo las enseño, las he aprendido de mis alumnos en mis clases cuando han hecho comentarios de cosas en las que yo anteriormente no me había fijado. esto me ha servido para mejorar la enseñanza de mis clases.

¿Os imagináis una clase en la que todas los alumnos pensasen lo mismo y a la vez? ¿Qué aspecto nuevo podrían aportar? Rápidamente se acabarían sus intervenciones y además todos pensarían cuando alguien dijese algo: "Vaya tontería, eso hace tiempo que lo pienso yo". No habría aportaciones novedosas de otras personas,  como pasa con la merienda en la que sólo hay tortilla de patata.

En cambio, en una clase que hay diversidad de alumnos, cada uno aporta algo, porque de todos podemos aprender. ¿De todos? Sí, de todos, aunque en algunos casos sólo sea lo que no debamos hacer. También eso es aprender y, en ocasiones, es muy útil. Este es el caso en el que los alumnos llevan a la merienda productos variados. Lo mismo que puede haber algún producto que  o nos guste, también puede ocurrir que no estemos de acuerdo con lo que diga un compañero. No todo nos tiene que gustar de todos pero debemos respetarles, lo mismo que hacemos con los amigos a los que les gusta la cebolla en la tortilla si a nosotros no nos gusta. Por eso no son ni mejores ni peores.


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